lunes, 22 de septiembre de 2008

Falleció el notable cineasta cubano Humberto Solás

El Festival de Cine latinoamericano Caverna Benavides, da sus más sentidas condolencias a su familia, al pueblo cubano, al mundo cinematográfico y a la organización del Festival Internacional de Cine Pobre, de Gíbara, del cual era Presidente.


La cultura cubana, en particular el cine, perdió a uno de sus más rotundos y dedicados creadores: ayer falleció en La Habana, a los 66 años de edad, víctima de cáncer, el notable realizador Humberto Solás, autor de varias de las mejores películas realizadas por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos en su medio siglo de existencia.
Humberto era conocido fuera y dentro de Cuba, sobre todo, como autor de Lucía, extraordinaria obra cuyos cuarenta años se cumplirán por estos días. Para el ICAIC, también escribió y dirigió, siendo todavía muy joven, Manuela (1966), y luego llegarían películas de tan notable significación estética como Un día de noviembre (1972), Cantata de Chile (1975), Cecilia (1981), Un hombre de éxito (1986), y El siglo de las luces (1991), típicas del cine de autor que Humberto impulsó con la pasión y el discernimiento que siempre lo distinguieron.
Las dificultades de producción que afrontó desde los noventa el cine cubano incentivaron la imprescindible reinvención de su poética. Miel para Oshún (2001) y Barrio Cuba (2005) pertenecen a la etapa en que Solás defendió, con todo el ardor que le comunicaba a cada uno de sus emprendimientos, el Festival Internacional de Cine Pobre, en Gibara, a favor del audiovisual realizado con escasos recursos económicos y altas aspiraciones conceptuales.
En el 2005 fue laureado con el Premio Nacional de Cine, que se unió a una larga estela de reconocimientos, entre los cuales destacan la Orden Félix Valera, de primer grado, en 1999, y la Medalla Alejo Carpentier, en 1988. Mucho antes, por su trayectoria revolucionaria, le había sido otorgada la Medalla de Combatiente de la Lucha Clandestina.
Humberto nos ha legado una obra imperecedera, en imágenes que relucen por su capacidad para expresar artísticamente los tiempos, la humanidad y el destino que laten en la cubanía. Su magisterio será referente obligado para las presentes y futuras generaciones de cineastas e intelectuales que unen sus vidas al destino de sus pueblos. Por decisión familiar, el sepelio tendrá carácter privado. (RC)


Fuente: www.granma.cu